Ramón Carballido, Enric Nadal y María Solans nos cuentan sus historias y anécdotas del parque de Montjuic.
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Tenía un empleo bien remunerado, gozaba de buena salud y tenía el aprecio de sus compañeros. A llegar a la edad de jubilación se sentía desconectado de todo y de todos. Todo lo planeado para esta fase de la vida como practicar deportes, profundizar el estudio del idioma inglés y dedicarse a la lectura, no le satisfacían para nada y poco a poco se empezó a sentir triste y deprimido.
Un buen día un ex compañero del trabajo y amigo, Joaquín, le habló del taichi en el parque de Montjuic. Era, en sus palabras textuales, «como volver a la vida».
Un día se animó a ir y le encantó la práctica de taichi, la espontaneidad de la gente, practicar el taichi al aire libre y la sensación de pertenecer a un colectivo sin ataduras de cualquier tipo.
En el último maratón se prestó como fotógrafo. Gracias Ramón.
¿Se imagina un chico robusto, bien plantado, deportista (una cacha como dirían las chicas) pedaleando su bicicleta desde su casa de Villasar de Dalt cada sábado, domingo y festivos para llegar a las nueve por la mañana al parque en Montjuic y practicar el taichi?
Enric ya lleva dos años haciendo lo mismo.
«Me encanta el taichi, este ambiente de amistad, de libertad, de algo positivo que se siente en el ambiente; todo esto me hace feliz y siento que el esfuerzo vale la pena». Ánimo Enric!!!
María Solans
Tiene su familia, y la madre y su suegra de edad muy avanzada para cuidar. Sin embargo, cuando llegan los sábados, domingos y festivos ella está al frente de los alumnos de segundo nivel de taichi, enseñándoles altruísticamente, con todas las explicaciones de los movimientos, las aplicaciones, los detalles, etc.
Cuando hay alguna actividad, como por ejemplo el maratón de Taichi ó alguna salida fuera de Barcelona, María siempre se encarga de apuntar a los alumnos que quieran camisetas o sudaderas del grupo.
Aparte de buena madre de familia y buena monitora, ella es también buena secretaria tesorera del grupo.
Por último, tampoco nos debemos olvidar que ella con su marido Enric (también un buen practicante de taichi), bailan tango que hacen las delicias del grupo durante la exhibición de talentos en las comidas de navidad del grupo.
No cambies María. Estamos orgullosos de tí.
Paco Marzo, practicante de chi kung y taichi.
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Paco es una persona muy apreciada en Montjuic por su forma de ser, amable y simpática.
Es por este motivo que sus compañeros de «Taichi Fushun»: Fabienne, Angela, Xavi, Nancy, María Angeles, Jordi y Montse le ofrecieron desinteresadamente su domicilio para la rehabilitación de la operación que se tuvo que hacer en la rodilla derecha, ya que el edificio en que vive tiene los peldaños de la escalera muy altos y no tiene ascensor.
Se decide por Montse, al trabajar por las mañanas le da la posibilidad de realizar sus ejercicios de rehabilitación con toda libertad y además tiene ascensor, su estancia en casa de Montse fue de tres semanas.
Gracias Montse por tu generosidad, de parte del grupo Taichi Fushun.
Pepi Gonzalez Farre
Hablando de generosidad, Pepi ocupa los primeros puestos en el «ranking» de las personas generosas del colectivo de taichi Fushun. Es una referencia de una amistad desinteresada. Esta página es corta para enumerar los detalles que ella brinda a las personas que celebran alguna ocasión especial como el nacimiento de un hijo, un cumpleaños, el final del curso de taichi, etc.
Recibe nuestro muy sentido agradecimiento.
Familias que practican taichi juntas
Las familias que practican taichi juntas, permanecen unidas
Andreu Giró, Montse Estivill, Adriá Giró Estivill (hijo)
Jesús Muñoz, Carmen Puigvert, Lorena Muñoz Puigvert (hija)
Dom Sales, Roser Candini, Vivian Sales Candini (hija), Enric Gibert (yerno), Victor Sales Candini (hijo), Ester Alonso (nuera)
Rafael Carreras, Nuria Carreras, Arnau Carreras (hijo)
Esperamos alargar esta lista 🙂